jueves, 21 de mayo de 2015

... Y cuento mentiras como verdades

Hay que dar a entender quién escribe. Mi yo presente en contraposición a mi yo pasado. Quien escribe no necesariamente puede ser el mismo de quien narra. Estoy contando unos hechos que le pasaron a alguien que fui yo o que pude haber sido yo. Tal vez ése ya no sea el mismo de hoy, quién sabe. Lo que quiero decir es que el narrador no tiene que ser precisamente el personaje al que le pasan las cosas. DE LA NOVELA Asesorías Maracaibo.

La veo y cada vez me gusta más. El vacío se ha venido supliendo con esa otra película que es mostrarla.

En un país como Colombia (bueno, en todas partes), con escasa formación narrativa, es difícil enfrentarse a la incomprensión.

Te dicen cosas del tipo, ´es autobiográfica, ¿no?´. Bueno, es una frase de pseudo intelectual . Por quedar bien, por pronunciar una palabreja, algo que suene ampuloso. Una forma de atacar bien, de burlarse del acto de crear. Una forma más de avergonzarse. (recuerdo que en los 90, durante mi paso por la facultad de periodismo en la U. de A., los hoy gurú de cierto periodismillo se solapsaban criticando mis escritos porque estaban influenciados por alguna pluma famosa. Hoy me imagino que se habrán dado cuenta que nadie escribe parado en el vacío, que las voces originales nunca han existido y que todo en literatura es un remix - si no lo ha aprendido, no habrán aprendido nada).

Alguien que haya cogido un lápiz, sabe que todo es autobiográfico. Mejor dicho: nada es autobiográfico, en la medida en que ningún producto cultural, ni siquiera el periodismo es capaz de calcar la realidad.

Representar es manjar para dioses. La gente que cuenta historias sabe que la idea es mentir. Pulir el cañazo. Si metes un diálogo estás mintiendo. Si lo quitas, estás mintiendo. Si lo modificas también mientes. No hay escapatoria.

Con alguna gente más experimentada no hace falta argumentar mucho. Saben todo lo que sufriste haciendo la película. David H Montoya lo primero que me dijo fue: ´se nota que trabajaste mucho´. Viejo! Eso sí es un comentario. Existe esperanza en el cine colombiano cuando un muchaho de 26 años te dice eso. No cuando viene un catalán de muchos pergminos a maltratar a los creaodres en los pitch de la alcaldía o del ministerio.

Necesitamos más pitch desde la república independiente del cariño, no pitch de una manada de jurados frustrados. Esta gente es peor que la gente que nunca ha cogido un lápiz, porque pretenden, tienen que dar esa idea de ser muy racionales, de que son unas máquinas sofisticadas de pensar el cine para hacerse merecedoras al honor de guiar los destinos del 7o arte.

De todos modos, la película hay que mostrársela es a gente normal del común. No gentes que se creen artistas o que tienen intereses en trepar, en salvar una carrera. Ya vendrá el momento de ponérsela de papaya a quienes viven del cuento, a quienes siempre están buscando un papayazo.

Yo sé lo que tengo, un producto muy despreciable desde el punto de vista profesional. Le falta punch y le sobran fallas técnicas y yo mismo he sido unos de esos caníbales que se pasean por el mundo institucional buscando carnita cultural para devorar. Ya vendrá el momento que me devoren a mí y a la película.

Y aquí quiero hacer un comentario. Qué bacano me resultó trabajar con artistas naturales, los actores y los actrices que me ayudaron todos fueron súper pilosos, y la actriz principal y Steven el actor me dieron un registro sorpresivo. Me captaron, se las pillaron todas, aportaron y lo más importante: me amaron, porque saben amar, nunca conspiraron, ni siquiera a manera de chiste. Y eso me hace pensar , una y otra vez, volviéndome repetitivo, sobre la clase de gente que se está cagando este país y la que le hace falta.

Creo que en mis próximos cortos voy a seguir trabajando la ficción desde la sabiduría natural de las gentes que simplemente son televidentes, que albergan esa sabiduría popular del arte de consumir imágenes

jueves, 14 de mayo de 2015

INFLUENCIAS (2): Biophillia de Bjork

ES DOMINGO es una pieza audiovisual donde las fuerzas de la naturaleza predominan en cada plano. Claro. Fue hecha en Santa Elena.

Por más que trataba de meter lo urbano en lo rural, lo rural siempre salía ganando. Ni siquiera lo campesino. Siempre se impuso lo verde, lo salvaje si se quiere.

Siempre sopla el viento, siempre hay una hoja moviéndose en ES DOMINGO. Cada minuto, cada secuencia, cada escena, la profunda exuberancia del paisaje se robó el show. Ni siquiera maquillándolo con los filtros del Final Cut pude restarle protagonismo al paisaje.

Este detrás de cámaras de cuando Bjork pre-produjo su gran homenaje a la naturaleza, obviamente se me vino mucho a la mente mientras editaba.

Los resultados son obvios, guardando las proporciones, claro está.

miércoles, 13 de mayo de 2015

El vacío es un lugar normal

El vacío se instala. Pasan los días y se normaliza. De repente la película lo llenaba todo y de repente ya no está. Llena un par de horas al día y tal vez un día entero a la semana.

Ruedan los créditos y luego vino esa otra película de mandar la película a esos auto nombrados dioses de Bogotá, a ver si se apiadan de ella.

Miles de creadores corriendo antes de las 5 de la tarde por todo Colombia con un sobre en la mano, directo a Servientrega y la esperanza marcada en la frente.

ESA SÍ QUE ES LA PELÍCULA y todos montados en ella. Habrá que rodar otros cerditos entonces, como al final de esta canción:




lunes, 11 de mayo de 2015

viernes, 8 de mayo de 2015

Día 41, Destapando un hueco, para tapar otro

Posteo este prólogo, porque considero que la publicación de este libro hizo parte del proceso de ES DOMINGO.

Me sirvió para pagar parte de la película y para encontrar un tono.

Mucha de su estética se metió en los contenidos de uno y otro, en un relación de simbiosis e hibridación.

Igual, la venta de este mi primer libro en papel, hizo que pudiera terminar la película sin endeudarme demasiado con la renta.

Gracias a todos los que lo compraron por aportar tanto a ES DOMINGO:



DOS AVIONES CRUZANDO EL CIELO

PRÓLOGO
Por Raúl Jaime Gaviria

Capítulos como canciones. Así son las letras de este libro, novela corta de William Zapata Montoya. Willie, como se le conoce popularmente en el cotarro pop academicista de Medellín, plasma todas su frustraciones de cantautor independiente en una escena con la onda descrestada cual emisora mal sintonizada.  ´Era un viernes de esos autoadhesivos. Era un viernes de esos que se te pegaba en el cuero como un tatuaje. Era un viernes de aquellos, de tomar cerveza en la mañana y de ir al cine por la tarde y de pasear en los callejones por la noche´Así comienza el pegadizo tema de Zapata, (porque en realidad estamos más frente a un one hit wonder, que ante una pieza literaria) so pretexto de que tantos iPod nanos quieras quemar, estimado lector.

Después del pistoletazo de salida, llega ese “pedacito de gloria” que es, sin duda, la mejor forma de definir la literatura pop y la manera en que el autor describe la necesaria dosis diaria de maná para sus entrañables yonquis en DOS AVIONES CRUZANDO EL CIELO, título de relanzamiento de una obra que ya debería empezar a leerse más.

Sí: 2 AVIONES´ es para leerse un página cada día o todo el libro en una tarde.

Intro-estrofa-estribillo-puente o la perfecta estructura para soñar. No podían imaginar los tres de Baires la que iban a armar cuando La ciudad de la furia llegó a todos los hogares de Latinoamérica.

Willie, ilustre narrador ninguneado, interpreta ese arte, lo vive y nos regala una historia por cada canción seleccionada, desarrollando el esquema aludido: ¡pin, pan, pun, pop! No se permite el viejo truco de divagar y utiliza el relato corto adaptado a la fuente de inspiración.

La canción pop es la manera más perfecta de novelar tres minutos de experiencia dentro de una biografía de tres acordes y poética rockera. Están compuestas las piezas de la otrora LLAMADAS EN EL SUBTERRÁNEO para usarse y se pueden adaptar a circunstancias y necesidades. Son las pastillas revitalizantes con las que podemos sobrevivir en multicolor dentro de un mundo gris. 

Pueden sumergirte en todo tipo de estados: lanzarte a las calles o encerrarte en una dulce reclusión. Sirven de cuaderno de bitácora o generan la más absoluta repulsión. Están compuestas para no dejarte indiferente.

Tienen carácter multiuso. Para el fan (ver lista de comentarios al final) son el guión de su película de una mujer amnésica en New York, le ayudan a superar dudas y prejuicios; al romántico le sugieren la hermosa vía hacia el desamor que tan bien viste a una extended mixed.

También están las estrofas que conforman esta novela, las cuales te dan ganas de “invadir Polonia”, como dice Woody Allen y, otras, en las que descubres que todos los problemas en los que interviene la política no se resuelven para el que los sufre de verdad. Pero la más pura es aquella que relacionas con tus años salvajes, cuando sigues en bus a tus ídolos y rompes mesas bailando en garitos en cuanto sale por los bafles tu hit amado.

Y todo en el pop es cuestión de unas gotitas de magia y de no pasarse, es un frágil equilibrio que se convierte en sólido, no vaya a ser que nos pase como a Darcy y Rudovic, esos amantes de downtown inducidos por la pócima de cuadros pintaditos a 100 dólares la obra.

Es un arte. De ahí que en nuestro corazón se queden las frases asesinas de Willie, las elegidas, las que nos calzan, las de enmarcar, aquellas que dan con la fórmula maestra.

La incomunicación, el I can´t get no satisfaction, es una constante sin la que no se entiende el primer trabajo de cualquier grupo, y esa actitud punketa está en varios de los personajes de Zapata Montoya, quien ahora ha decidido recluirse en su vieja antigua vida de niño suburbano frente a un documental eterno de NatGeo.

Son un catálogo de sentimientos básicos estas letras: de la traición a la decepción (¡ay mis trenes a Astoria, Queens! ¡qué gloria!), de la euforia a la venganza (un tratado de política de recursos humanos en Darcy buscando un spa mientras toda una Gran Manzana corre despavorida y expulsión al paraíso de un olvido auto infrigido, ¡Sí señor!) y de la relación paterno-filial (en el recurrente recuerdo de Rudovic González).

¡Qué nostalgia y qué risa nerviosa al leer el epígrafe de Birdman! Se me hizo un nudo en la garganta al recordarla y, en un soplo, comprobé que ya estaba mi congoja de niño almacenada en esa fono-videoteca de Alejandría que es el Pirate Bay revisitado, el Old, no el cerrado por el FBI. Esa inocencia perdida que tan bien se recupera en estas páginas. 

Las novelas pop tienen un poder transformador y no tienen talla, son elásticas, ni S, ni L, ni XL, te sirven durante todo tu crecimiento. Identifican periodos e incluso se los saltan y su efecto placebo es conmovedor, aunque corres el riesgo de convertirte en adicto. Eso sí, son elixir de juventud que diría el maestro The Edge.

Pero todas tienen un final en cada octava frase el capítulo, como mandan los cánones. Una posible continuación que se deja a nuestra imaginación. Muchos no tenemos el valor de escribir el último capítulo de esa corta trama y lo dejamos en nuestro subconsciente, pero Willie es valiente y se pone manos a la obra. Esa abstracción sonora de corta duración pero larga emoción tiene aquí su desarrollo, se amplía el mensaje o se torna, si cabe, más atrayente y enigmático. 

A todo ello contribuyen las potentes y precisas ilustraciones homenaje a Coupland, hijas de la misma cultura que ha marcado a nuestra generación. Así, tras un golpe de varita, se convierten de cuentos en una especie de outtakes de las propias novelas ya no las vas a leer igual, les añade valor.

Las novelas pop son accidentes en nuestra vida, son lo que yo llamo pequeñas epifanías y sus secuelas están perfectamente reflejadas en estos magníficos cuentos camuflados, escritos por un “diabético” de la insulina pop.


Recordando aquella canción mítica de Los Rodríguez: El pop es nuestra enfermedad y la mejor terapia es dar rienda suelta a lo que padecerla implica.

jueves, 7 de mayo de 2015

VÍCTIMAS DEL AMOR

Me he preguntado mucho últimamente de dónde viene tanto romaticismo recóndito y naif de ES DOMINGO YNTAN.

Luego de un par de cervezas bien conversadas me he dado cuenta de que mucha de esa idealización del amor proviene de videos como los siguientes.

Hoy los veo y siento que fueron mucho más reales que mi propia realidad de esos días, es como si esas historias plasmadas en ficciones de 5 minutos, me hubieran pasado realmente a mí.

El poder de los medios... definitivamente víctima de una década inocente... mi verdadera educación sentimental, digamos.

Y como el American Psycho, luego en los 90 salimos a matar.








miércoles, 6 de mayo de 2015

Día 23: Yo no tengo plata pa´ ser comunista

EL CASO SANTIAGO

Todo empezó con un ánimo de ofender. De seguro que si hubiera hecho la película con Santiago Gómez me hubiera ganado un Óscar o la palma de Oro. Algo así. Al menos hubiera trabajado para ello.

Y es que Santiago y yo queremos fama a toda costa. Nada más que, para llegar al tipo de fama deseada, necesitaríamos dos o tres largometrajes encima. Bien laureados, bien señalados por Dios.

En nuestro caso, solo tenemos Facebook. Facebook y esta villa llamada Medellín donde todo es palmaditas en el hombro, (hay un mundo más allá de la esquina, baya!).

En esa persecución enfebrecida por la fama (a toda costa), me ha dado por postear cosas políticas, sobre nuestra realidad, sobre nuestro debate nacional. Como una forma de reaccionar, Gómez me ofreció un papel en uno de sus cortos, por ofender, por sacarme la rabia, pues supuestamente, según sus propias palabras era un papel de hijo de puta.

Yo, con mucho gusto le dije que sí, que aceptaba, con tal de que el trabajara en ES DOMINGO, como personaje principal, haciendo de protagónico, de antihéroe y todo se echó a rodar. Ensayos, elogios, ironías, sarcasmos, decepción, ataques, peleas, ataques, animadversión y tensión.

Con esta entrada quiero ponerle punto final a este tema, porque al final la cosa no salió tan mal, aunque sí salió mal porque Santiago no hizo el papel visualmente hablando. (Lo hizo desde un punto de vista espiritual, interpretando la voz en off que es la voz de Dios según Deleuze).



Pero había dos alternativas absolutas: o me arriesgaba a coronarme el corto con Gómez a precios emocionales costosamente la-ira-de-Dios (lo más probable es que nunca lo hubiera terminado) o me la jugaba con otros actores más easy-going.

La cosa fluyó con otra gente menos compleja desde un punto de vista intelectual. De alguna manera, pienso que mi corto se pareció mucho, en su detrás de cámaras, al país en su dicotomía lo simple vs lo complejo.

El caso es que este corto sin la voz-off de Santi no hubiera sido nada. Al final lo divino triunfó. La voz-off lo es casi todo, como el perdón. A veces los genios solo necesitan de una pincelada para que suceda la magia. A veces algunos genios se arruinan buscando desesperadamente la fama. A veces algunos cortos no necesitan de genios para que sucedan.


lunes, 4 de mayo de 2015

Escribir, pues somos tan ciegos, tan ciegos

                                                                                                                                                                                   Al final hice la película. Se hizo. Ella misma pidió cuerda, haló. Se volvió inevitable. Al final no la hice tan estrato 6 en su temática, ni con un camión de luces ni con gente que supiera de cine. Al final, la película me dijo: ¿quién los necesita?

Para empezar, por allá en diciembre, partí de la siguiente premisa: si quieres hacerla muy cine, necesitas 4 cosas técnicas, 1. encuadre con mucha ley de tercios, 2. profundidad de campo. 3. una buena dosis de contraluces y 4. una kinestesia adecuada.

Para lograr eso nadie necesita una súper cámara, ni 10 kilos de luz tampoco.

Entonces me di a la tarea. Fueron apareciendo cámaras, de amigos, de gente que me quiere, que sabe que para mi lo más importante era terminar esa película. 

Aparecieron muchas cámaras. Gratis.

 Otras cámaras de gente que creía de mi lado, resultaron no ser tan gratis, ni siquiera baratas. A veces lo más mercachifle del capitalismo viene de la gente que se dice ´socialista´. No los culpo. Son víctimas de una güevonadita que se tomó el medio y que consiste en cañar, en fanfarronear alrededor de quién tiene los mejores equipos de video (por favor: video). Cosa no muy distante de los mafiosos que se agarran a medir sus pistolas como extensión de sus chimbos o de los ricos comparando sus autos como extensión de… sus estatus, digamos. Lo anterior me lleva a pensar que nos falta mucho para que el cine todavía deje de ser una cosa de machos.

Pero, para un demonio cerrando puertas, aparecen 20 ángeles abriendo ventanas. Así es la ley de la vida en este planeta llamado tierra.

Total, el corto terminó con una mezcla de formatos digitales y le luce hasta lo más de bastante, hasta su corte actual se da el lujo de pavonearse con una pinta hasta lo más de sexy. 

El gran David Horacio Montoya, tal vez el Camilo Uribe de Medellín en el siglo 21 (por ser con solo 26 años, el cerebro detrás de lo mejor que se está rodando - ver la Calle Stereo, Leidy, etc -) le hizo varios homenajes involuntarios a ES DOMINGO: ´no le vas a tratar de ocultar la mezcla de formatos, es lo mejor de la película´. 

David también dijo que él se quería ir a vivir al campo, por el aire fresco. Lo dijo como comentario suelto, como al margen. Pero, para mí fue muy diciente teniendo en cuenta de que habíamos acabado de ver ES DOMINGO, un cortometraje donde la presencia del viento y la frescura del campo es hegemónica. 

Así las cosas, David era la segunda persona que la ha visto después de la productora ejecutiva (quien la aplaudió). Luego la vio Alejo Duque, un músico de Santa Elena y tampoco paraba de hacer comentarios. La retrocedía, criticaba, volvía y la retrocedía, se entusiasmaba.

La verdad es que la película todavía no está terminada. Por razones de fuerza mayor, (más de tres discos duros tostados en el camino, un cargador fundido, la batería del Mac arruinada, dos cámaras en el taller y un matrimonio rematado), ES DOMINGO tiene mucho de palimpsesto digital. 

La idea es que el lienzo no tenga tantas rescrituras. La idea es volver a traer las imágenes puritas y ponerlas en una nueva línea del tiempo. Lo que no quiere decir que desde un punto de vista creativo no haya llegado a su fin. Ha llegado. 

Ya no hay que pedirle al cerebro que piense en una estructura: ya está. Ya no hay que pedirle que seleccione los mejores planos: ya fueron escogidos. Ya no hay que buscarle un tono, ya no hay que encontrarle un look. Ya los tiene. Lo que fue, fue. Sólo falta un pincelazo de carpintería.

De este modo, me doy a la tarea de reabrir este blog, para escribir de lo que fue ES DOMIGO YNTAN, para poner en orden lo que a su vez de alguna manera trata de poner en orden la vida: un corto o un largometraje.

En próximas entradas, trataré de desatrasar cronológicamente lo que le pasó a la película, lo que ha dicho la gente que la vio, lo que le ha pasado y le va pasando después de haber sido terminada, lo que aportaron los que la iban viendo mientras la editaba, lo que le pasó con la gente que la atacó voluntaria e involuntariamente, lo que le pasó con la gente que la salvó. 

Me parece importante. Creo que es una forma de empezarla a ver. Es que me doy cuenta de que si la gente del común no puede ver, los que nos atrevemos a narrar con imágenes somos tan ciegos, tan ciegos.